Los problemas digestivos son uno de los motivos más frecuentes de consulta de los pacientes de manera que una gran parte de la población ha sufrido alguna vez algún tipo de síntoma digestivo.

La variedad de síntomas que se pueden experimentar puede hacer que sobrevaloremos estos síntomas generando una preocupación excesiva, o bien que los consideremos poco importantes y acabemos normalizándolos, dificultado en ocasiones el diagnóstico de algunas enfermedades que precisan tratamiento. Por este motivo, ante la persistencia de síntomas digestivos, se recomienda consultar con un profesional del Aparato Digestivo que pueda orientar al paciente y solicitar las pruebas que considere pertinentes para descartar procesos graves.

¿Qué es una enfermedad digestiva?

Una enfermedad digestiva es aquella que comprende síntomas relacionados con todos los órganos que componen el sistema digestivo, esto es, desde la boca, esófago, estómago, intestino delgado y colon, recto y ano, páncreas, hígado y vesícula biliar. Como puede imaginarse, debido a la gran cantidad de órganos implicados, la sintomatología puede ser muy variada.

aparato digestivo

¿Cuáles son los problemas digestivos más frecuentes?

Los problemas digestivos más frecuentes son:

  • la enfermedad por reflujo gastroesofágico
  • la indigestión o dispepsia
  • el estreñimiento crónico
  • las enfermedades inflamatorias intestinales como la enfermedad de Crohn
  • la colitis ulcerosa o la colitis indeterminada
  • el síndrome de intestino irritable o de colon irritable (SII)
  • la diverticulitis
  • el hígado graso
  • otros problemas digestivos relacionados con el estrés y la ansiedad

Reflujo gastroesofágico

La enfermedad por reflujo gastroesofágico consiste en una patología en la cual los ácidos y el contenido del estómago vuelven hacia estómago por una incompetencia del esfínter esofágico, que es un anillo muscular que separa el estómago del esófago. Cuando esta “compuerta” no funciona de forma adecuada, el paciente sufre síntomas como:

  • acidez
  • sensación de quemazón en la garganta
  • tos
  • subida del alimento ingerido de nuevo a la garganta
  • dolor ocasional detrás del esternón, etc

Las causas pueden ser muy variadas: desde una hernia de hiato (que es uno de los motivos más frecuentes), o bien embarazo, obesidad, consumo de irritantes como el alcohol y el tabaco o enfermedades como la esclerodermia.

Estreñimiento Crónico

El estreñimiento crónico consiste en una dificultad para evacuar que se produce de manera continua y se prolonga durante varias semanas e inclusos meses.

El principal síntoma es la dificultad evacuatoria y la presencia de heces muy duras, pero pueden aparecer otros síntomas como dolor y distensión abdominal, gases, etc.

Las causas pueden ser muy variadas: desde enfermedades metabólicas como diabetes o alteraciones tiroideas, el embarazo, alteraciones musculares del suelo pélvico, toma de fármacos neurolépticos, enfermedades nerviosas como la esclerosis múltiple o el Parkinson…

Indigestión

La indigestión consiste en una sensación de malestar en la parte más alta del abdomen, correspondiente a la zona donde se localiza el estómago.

Los síntomas principales son:

  • el dolor abdominal
  • la sensación de hinchazón
  • en ocasiones las náuseas durante o tras la ingesta
  • saciedad precoz
persona con indigestión

Una de las principales causas son las transgresiones dietéticas o la ingesta de alimentos con alto volumen calórico, en otras ocasiones, estos síntomas pueden estar relacionados con episodios de ansiedad y estrés o con la ingesta de fármacos como el hierro.

Enfermedades intestinales inflamatorias

Las enfermedades intestinales inflamatorias consisten básicamente en dos patologías: la Enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa.

Ambas consisten en una inflamación del tubo digestivo que puede afectar a este totalmente o de forma parcial dependiendo de la patología.

Los pacientes suelen cursar con: dolor abdominal, diarrea con moco y/o sangre, pérdida de peso, etc. Además, al tratarse de enfermedades autoinmunes, pueden asociarse a otras enfermedades de su misma índole.

Síndrome de intestino irritable

Se trata de un trastorno que puede afectar al estómago o al intestino y que comprende un conjunto de síntomas inespecíficos tales como:

  • el dolor abdominal y la distensión
  • abundantes gases
  • alternancia de diarrea y estreñimiento
  • nauseas ocasionales…

En la mayoría de pacientes se relaciona con niveles de estrés alto y en muchas ocasiones mejora con cambios en la alimentación y en el estilo de vida.

Enfermedad de Crohn

Esta enfermedad forma parte de las llamadas “Enfermedades Inflamatorias intestinales”. Se trata de una enfermedad autoinmune que puede afectar a cualquier tramo del tubo digestivo: desde la boca hasta el ano.

Sus principales síntomas son el dolor abdominal, la diarrea y la pérdida de peso. Durante los brotes puede aparecer moco y sangre en las heces y, en caso de complicaciones como fístulas o abscesos, fiebre.

Su origen es autoinmune como ya se ha dicho y aunque la enfermedad es crónica, existe una amplia batería de tratamientos que pueden ayudar a controlar los síntomas

Hígado graso

El hígado graso consiste en realidad, en una acumulación de grasa en el interior de los hepatocitos, que son las células que componen el hígado. Dependiendo del grado de acumulación, puede ocurrir un mayor o menor grado de inflamación y de daño celular asociado, que puede derivar a largo plazo en una cirrosis y otras enfermedades hepáticas.

No se conocen las causas con exactitud, pero sí que se sabe que este hecho ocurre en pacientes con una ingesta alcohólica elevada y en pacientes con ciertos factores de riesgo englobados dentro del llamado “Síndrome metabólico” como obesidad, la diabetes tipo 2 mal controlada, hipercolesterolemia o hipertrigliceridemia, hipertensión

hígado graso

Síndrome del colon irritable

Esta patología se engloba dentro del “Síndrome de Intestino Irritable”, pero afecta preferentemente al colon, por tanto los síntomas más característicos son el dolor cólico tipo retortijón, los gases, la diarrea y el estreñimiento.

Al igual que el síndrome del intestino irritable, se desconoce su causa exacta, pero se relaciona con estados importantes de estrés y ansiedad.

Colitis ulcerosa

Se trata de una enfermedad autoinmune que junto con la Enfermedad de Crohn y la Colitis Indeterminada forman las llamadas “Enfermedades Inflamatorias Intestinales”.

En este caso la afectación se produce únicamente del intestino grueso, de forma continua, no parcheada y se caracteriza por diarrea acompañada de moco y sangre, dolor abdominal y fiebre.

Como ya se ha dicho, su origen es autoinmune por lo que los tratamientos médicos van dirigidos a modular esta respuesta y la cirugía puede ser una opción en caso de que aparezcan complicaciones graves.

Colitis indeterminada

Es la menos frecuente de las “Enfermedades Inflamatorias Intestinales”. De origen autoinmune, comparte características intermedias entre la Enfermedad de Crohn y la Colitis ulcerosa por lo que los síntomas son comunes a ambas como ya se ha explicado anteriormente.

La única forma de diferenciarla de las otras entidades es mediante un análisis anatomopatológico (a microscopio) de las muestras biopsiadas o los segmentos resecados durante la cirugía.

La alimentación en personas con problemas gástricos

Alimentos nocivos

No existen alimentos “prohibidos” 100 % comunes a todos los problemas digestivos. Sin embargo, sí que existen una serie de alimentos y hábitos “poco recomendables” que, evitándolos, pueden hacer que mejoren en mayor o menor medida los síntomas. Por ejemplo, irritantes como la cafeína, el picante, el alcohol o el tabaco. También se deben evitar las ingestas muy copiosas, es preferible realizar varias ingestas diarias de menor cuantía y de alimentos bajos en grasas, evitando fritos y ultra procesados.

Alimentos recomendables

Al igual que ocurre en el caso de los alimentos nocivos, no existen alimentos que puedan recomendarse al 100% de los pacientes.

En general, se recomienda una dieta mediterránea variada, con una baja ingesta grasa y un correcto aporte de proteínas y carbohidratos así como de frutas y verduras que aseguren las vitaminas y nutrientes básicos para un metabolismo adecuado.

dieta mediterránea

Las dietas deben ser prescritas por un profesional (digestólogo, nutricionista o endocrinólogo) que valore la situación del paciente de forma global teniendo en cuenta la patología de base (Enfermedad Inflamatoria, dispepsia, intestino irritable, reflujo gastroesofágico…), posibles intolerancias (fructosa, sacarosa, gluten…), enfermedades relacionadas (diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia…).

¿Cuándo acudir al médico o especialista?

Se debe consultar con un médico caso de que los síntomas sean persistentes o alarmantes, interfieran en la actividad diaria del paciente impidiéndole realizar su vida con normalidad, se produzca una pérdida de peso no voluntaria en un corto periodo de tiempo o aparezcan en las heces productos patológicos como sangre o moco.

Bibliografía
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